lunes, 31 de octubre de 2016

Un Sistema Binario

Que en la actualidad la informática y la tecnología juegan un papel importante no creo que nadie lo puede negar. Cada vez más son los espacios ocupados por la tecnología en nuestro diario vivir, a tal punto que cuando por algún motivo nos vemos obligados a prescindir de ellos en nuestras actividades, nos sentimos atados de manos, a tal punto que parecería ser que no existe tarea posible de llevar a cabo si la tecnología no está disponible.
A medida que el tiempo transcurre cada vez son más los dispositivos que se van sumando al espectro de artefactos controlados por la ciencia informática. En otras palabras, informatizados, controlados por diminutos microprocesadores que le dan una serie de instrucciones a velocidades casi imperceptibles. Para explicarlo de un modo más sencillo una serie de instrucciones lógicas combinadas de si y no, representados por un sistema binario de dígitos 0 y 1,
pueden lograr el perfecto funcionamiento de un equipo básico como una calculadora de bolsillo, hasta sofisticados sistemas que colocan al hombre en el espacio, pasando por una variedad inmensa e inimaginable de artículos, dispositivos, equipamientos, y áreas.
Si nos detenemos y nos analizamos a nosotros mismos, podríamos decir que los seres humanos funcionamos de un modo bastante parecido. Ante cada situación que se nos presenta tenemos dos opciones de comandos o alternativas para decidir, las cuales obviamente a su vez van a generar otras dos opciones de si y no, y así sucesivamente. Siempre vamos a poder escoger entre estas dos opciones, las cuales van a generar consecuencias para nuestra vida, y ante las que vamos a tener que sentar una nueva postura, y asi de este modo por el resto de nuestra vida. Puede que nos tomemos un tiempo para pensar y decidir, pero siempre las opciones entre las que vamos a tener que elegir van a ser dos. Un camino o el otro. No existen medias tintas.
La Biblia dice que Dios pone delante nuestro la vida y la muerte, la bendición y la maldición, y nos invita a escoger la vida para que vivamos nosotros y nuestra descendencia (Deuteronomio 30:19 parafraseado). Lo que quiere decir que muchas de las decisiones que hoy tomemos no solo nos van a afectar a nosotros, sino también a nuestra descendencia, del mismo modo como nosotros nos vemos afectados por las decisiones de nuestros antepasados, razón por la cual debemos ser sabios para tomar las mejores decisiones.
Pero donde buscar esa sabiduría que nos asegure que cuando lleguemos al final del camino y miremos para atrás podamos decir que hemos tomado las mejores decisiones? Nuestra experiencia y el mundo que nos rodea muchas veces son la fuente de una sabiduría que nos orienta para actuar en determinado sentido, el cual a nuestro criterio es el camino correcto. También el sentido común nos puede ayudar en otras ocasiones, pero debemos tener presente que ese sentido común a menudo es el menos común de los sentidos, y por si fuera poco la sabiduría de este mundo es insensatez para Dios (1 Corintios 3:19).
Entonces donde buscar esa sabiduría, una que no pueda ser calificada de insensata? Bueno pues he aquí que la verdadera sabiduría es el temor reverente a Dios, y la verdadera inteligencia el apartarse del mal (Job 28:28 parafraseado).
Dios dice que clamemos a Él y nos responderá, nos mostrará grandes cosas ocultas y que desconocemos (Jeremías 33:3 parafraseado), por lo tanto, si en verdad deseamos adquirir la verdadera sabiduría, esa que nos ayude a tomar las mejores decisiones para nuestra vida y nuestra descendencia, debemos recurrir a la fuente de ella, la cual es la Escritura, que está inspirada por Dios, y es útil para hacer sabio al hombre para la salvación de su alma y la de su descendencia (2 Timoteo 3:15-16 parafraseado).
Dios nos manda que ante todo adquiramos sabiduría y que por sobre todas nuestras posiciones adquiramos inteligencia (proverbios 4:7). Esta es la adquisición suprema!!!
Los hombres desde nuestros inicios hemos buscado la sabiduría, la hemos buscado en todas partes. A lo largo de nuestra historia hemos evolucionado y adquirido cada vez más conocimiento, lo cual nos ha llevado a lo más profundo del mar, y hasta el espacio exterior en la búsqueda constante por adquirir conocimiento, suponiendo tal vez que cuanto más conozcamos, cuanto más sepamos, más sabios y más inteligente seremos, pero lo cierto es que aun cuanto más poseamos, cuanto más tengamos, si no tenemos a Dios en nuestro corazón, seguiremos estando vacíos, seguiremos tomando malas decisiones, las que no solo nos afectarán a nosotros sino que también a nuestras generaciones.
Entonces guardemos pues sus mandamientos y pongámoslo por obra, esta es nuestra sabiduría y nuestra inteligencia ante los ojos de los demás (Deuteronomio 4:5-6 parafraseado). Una de dos opciones, 0 o 1, sí o no.