martes, 30 de abril de 2019

Hakuna Matata

En el año 1994 Disney Pictures publicó la película El Rey León, cuyo argumento está basado en la historia bíblica de José y de Moisés y en la historia de William Shakespeare, Hamlet.
En dicha historia, un suricato y su amigo facóquero, llamados Timón y Pumba respectivamente enseñan al joven león Simba que debe olvidar su pasado y vivir el presente. Dicha película trajo el reconocimiento internacional de la frase Hakuna Matata, dándole un lugar destacado en la trama de la película, dedicándole una canción a la misma, la que resultó un éxito tremendamente popular.
La frase, una expresión del idioma swahili que se interpreta como “Vive y se Feliz”, aunque su traducción literal correspondería más bien a “No hay problema”, también se refiere a “No te preocupes, sé feliz”, y ha impactado en la cultura popular.
Esta es una postura muy cómoda, disfruta el momento y no mires para atrás ni para delante, guíate por el momento y disfruta lo que ahora te toca vivir, en otras palabras, dale rienda suelta a tu carne, solo que, al hacerlo, no puedes andar según el Espíritu de Dios, ya que sus obras son contrarias a las de la carne, y estas se oponen entre sí (Gálatas 5:17).
Si bien el adoptar el significado de dicha expresión como filosofía de vida, podría parecernos una buena idea para encararla, puesto que nos invita a no darle demasiada importancia a las cosas que nos sucedan en la vida, sino que por el contrario vivamos y disfrutemos el presente, no prestándole mucha atención a los problemas, o en otras palabras, como diría el poeta romano Horacio, “Carpe Diem”, aprovecha el día y no confíes en el mañana. El encarar la vida con esta filosofía o actitud, encierra un tremendo peligro, porque en primer lugar puede desviarnos de nuestros propósitos y objetivos en esta vida, volviéndonos totalmente irresponsables hacia nuestro futuro, lo que acarrearía como consecuencia que no logremos alcanzar nuestras metas; pero, también existe un peligro aun mayor y mucho más grave, el que no consideremos un futuro aún más importante, el que concierne al de nuestra eternidad, puesto que la Biblia dice que está establecido que todos los hombres mueran una sola vez y después de esto el juicio (Hebreos 9:27), es decir, que todos seamos creyentes o incrédulos, pasaremos por el Juicio de Dios. Creamos en esto o no, así será.
La Biblia nos dice en el libro de Proverbios, que no debemos ser sabios en nuestra propia prudencia, que debemos temer a Jehová y apartarnos del mal (Proverbios 3:7 parafraseado), es decir, nos aconseja que no nos guiemos por nuestro buen sentido, sino que por el contrario consideremos las enseñanzas encerradas en ella, y para lograr esto debemos conocerla, estudiarla y meditarla, buscando tener una relación genuina con Dios, permitiendo que su contenido nos transforme así como el alfarero moldea el barro con sus manos (Jeremías 18:6).
Jesús dijo que a aquellos que escuchan sus palabras y las ponen por obra, es decir las llevan en cuenta y obran conforme a ellas, los considerará hombres prudentes que construyen los cimientos de sus vida sobre la roca, la cual prevalecerá aun en los tiempos difíciles (Mateo 7:24-25 parafraseado), pero en cambio los que no prestan atención a las mismas, y por ende no las ponen en práctica, son como personas necias que construyen sobre la arena, o sea sin fundamentos, lo que provoca que ante las dificultades sus vidas se derrumban y acaban en la ruina (Mateo 7:26-27 parafraseado).
La decisión es nuestra, de cada uno depende, nos arriesgamos a no creer en lo que en ella está escrito, y al final del camino de la vida encontrarnos con un Dios como juez justo, cuya justica es absoluta?, O creeremos en nuestro corazón para justicia y confesaremos con la boca para salvación que Jesús es nuestro Señor y Salvador (Romanos 10:10)? No importa si hasta aquí nos hemos equivocado o nos hemos dejado guiar por nuestra carne, porque si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonarlos y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1:9). No nos olvidemos que después de todo, de tal manera nos amó Dios que nos ha dado a su Unigénito Hijo, para que todo aquel que en Él crea no se pierda, más tenga vida eterna (Juan 3:16).
Nos enfocaremos en este mundo, el cual está bajo el poder del maligno (1 Juan 5:19) o aceptaremos el regalo de la vida eterna?

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